...

Felices los bautizados que no se avergüenzan ni temen vivir el Evangelio para transformar nuestra sociedad...

Felices los que trabajan por el bien común y por los marginados del sistema, superando egoísmos y comodidades...

Felices los que no se atan a seguridades ni venden su alma por el bienestar...

Felices los que no se conforman con el asistencialismo y la caridad y luchan por un estilo de vida fraterna y solidaria...

Felices los que "meten las manos" en la vida política y anuncian la verdad del Evangelio a los acomodados y a los deseperados por igual...

Felices los que prefieren la cooperación a la competencia y entre el "éxito" y la verdad, se quedan con la verdad...

Felices los que todavía creen que el amor tiene la última palabra y procuran calmar el hambre de pan y de amor a sus hermanos...

Felices los que creen en una sociedad en la que todos tengan la misma oportunidad...

Felices los cristianos que conocen la Doctrina Social de la Iglesia y la practican...

Amén.


martes, 18 de mayo de 2010

Qué es la Doctrina Social de la Iglesia

¿Qué es la Doctrina Social de la Iglesia?

Definición:
“Formulación de la reflexión de la realidad del hombre en su contexto social e internacional, a la luz del Evangelio y de la Tradición de la Iglesia”.

No se trata de meras normas, puesto que la DSI no regula ni reglamenta nada, sino, por el contrario, orienta, guía, ayuda al discernimiento personal y comunitario, y su obligatoriedad es de conciencia.

De la definición antes dada, podemos inferir lo siguiente:
Al tratarse de una formulación, lo que tenemos a la vista son documentos escritos. En DSI estos documentos son las llamadas Encíclicas Sociales:
Rerum Novarum de León XIII – 1891
Quadragesimo anno de Pío XI – 1931
Mater et Magistra de Juan XXIII – 1961
Pacem in Terris de Juan XXIII – 1963
Populorum Progressio de Pablo VI – 1967
Octogesima Adveniens de Pablo VI – 1971
Laborem exercens de Juan Pablo II – 1981
Sollicitudo rei socialis de Juan Pablo II – 1987
Centesimus annus de Juan Pablo II – 1991.
Además de estas encíclicas es necesario tener presentes los documentos elaborados por el Concilio Vaticano II, especialmente la Constitución Gaudium et Spes.

Siguiendo la definición antes dada, encontramos en la realidad del hombre en su contexto el OBJETO MATERIAL de estudio de la DSI, y en la luz del Evangelio y la Tradición de la Iglesia, el OBJETO FORMAL. Es decir el qué estudiar y el cómo o desde donde lo voy a hacer.

Dicen nuestros obispos:
“De la contemplación del misterio de la encarnación y nacimiento de Jesucristo, surge espontáneamente el anuncio del Evangelio aplicado a la vida social considerada en todos los planos: familiar, cultural, económico, ecológico, político, internacional. Esto es lo que se llama Doctrina Social de la Iglesia. Dimana del Evangelio, pero no es un derivado menor del mismo. Es el Evangelio de Jesucristo aplicado a la vida social del hombre. Es su resonancia temporal. Y así como la Iglesia no puede callar el Evangelio, tampoco puede silenciar su Doctrina Social. Nadie ha de temerle a ella. La Iglesia la anuncia a favor del hombre y de la paz social, para el servicio de todos.
Si bien la Doctrina Social se viene la desarrollando en forma sistemática desde el Papa León XIII, y se la difunde con frecuencia por medio de encíclicas pontificias, su origen remonta al mismo Jesús y a la enseñanza de los Apóstoles”.

90ª Asamblea Plenariade la Conferencia Episcopal ArgentinaPilar, 11 de noviembre de 2005

1 comentario:

Para ver, juzgar y actuar