...

Felices los bautizados que no se avergüenzan ni temen vivir el Evangelio para transformar nuestra sociedad...

Felices los que trabajan por el bien común y por los marginados del sistema, superando egoísmos y comodidades...

Felices los que no se atan a seguridades ni venden su alma por el bienestar...

Felices los que no se conforman con el asistencialismo y la caridad y luchan por un estilo de vida fraterna y solidaria...

Felices los que "meten las manos" en la vida política y anuncian la verdad del Evangelio a los acomodados y a los deseperados por igual...

Felices los que prefieren la cooperación a la competencia y entre el "éxito" y la verdad, se quedan con la verdad...

Felices los que todavía creen que el amor tiene la última palabra y procuran calmar el hambre de pan y de amor a sus hermanos...

Felices los que creen en una sociedad en la que todos tengan la misma oportunidad...

Felices los cristianos que conocen la Doctrina Social de la Iglesia y la practican...

Amén.


martes, 18 de mayo de 2010

Valores de la vida social y Vía de la Caridad

CUATRO VALORES FUNDAMENTALES DE LA VIDA SOCIAL Y LA VIA DE LA CARIDAD.


“La Doctrina social de la Iglesia, además de los principios que deben presidir la edificación de una sociedad digna del hombre, indica también valores fundamentales. La relación entre principios y valores es indudablemente de reciprocidad, en cuanto que los valores expresan el aprecio que se debe atribuir a aquellos determinados aspectos del bien moral que los principios se proponen conseguir. Todos los valores sociales son inherentes a la dignidad de la persona humana, cuyo auténtico desarrollo favorecen. Son esencialmente: la verdad, la libertad, la justicia, el amor
(Compendio de DSI n° 197)

La vía de la caridad

37. “Entre las virtudes en su conjunto y, especialmente entre las virtudes, los valores sociales y la caridad: existe un vínculo profundo que debe ser reconocido cada vez más profundamente”. “Los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, nacen y se desarrollan de la fuente interior de la caridad”. “La caridad presupone y trasciende la justicia. No se pueden regular las relaciones humanas únicamente con la medida de la justicia”. “Ninguna legislación, ningún sistema de reglas o de estipulaciones lograrán persuadir a hombres y pueblos a vivir en la unidad, en la fraternidad y en la paz. Ningún argumento podrá superar el llamado de la caridad” (C 204 - 207). La caridad es la plenitud de la justicia y de toda virtud humana.

Situaciones y cuestiones

38. Los cristianos debemos hacernos aquí un grave cuestionamiento: si tomamos en serio el mandamiento del amor que nos dejó Jesús. Si lo hacemos, descubriremos cada vez con mayor claridad que, después del acto de adoración a Dios, la construcción de la convivencia social, en verdad, libertad y justicia, es la obra máxima del hombre sobre la tierra. Y que Dios Padre providente en nada se complace más que en ver a sus hijos esforzándose por construirla.
Sobre esta base de los principios básicos y de los valores fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia podemos edificar una Nación reconciliada, que logre vivir una verdadera amistad social.

90ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina
Pilar, 11 de noviembre de 2005

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